Según los evangelios de San Mateo y San marcos, Jesús de Nazaret entró triunfalmente a Jerusalén montado en un asno. A su paso, sus seguidores le recibían con ramos de olivo y de palma, expresando su manifestación como Rey y Mesías.
En la tradición cristiana, los ramos de palma y olivos representan el símbolo de la renovación de la fe en Dios, así como de la vida y resurrección de Cristo.
Por la tarde, los estudiantes de prekínder, animados por las educadoras y técnicas de párvulo, junto con el equipo del Plan de Integración Escolar, también, participaron en una ceremonia de bendición de ramos, alegre y emotiva.