En esta Eucaristía de gratitud al Padre Dios por nuestra Patria, participaron delegaciones de todos los colegios de la Red Educacional y de la Casa Central, muchos vistiendo los atuendos típicos: los rectores con sus equipos directivos y colaboradores, apoderados, personal de la Administración central, con su director ejecutivo liderando y un pujante y entusiasta coro de estudiantes, que alabó al Señor con sus entonados y hermosos cantos.
Monseñor Lorenzelli destacó el significado profundo de esta acción de gracias al Padre Dios. llamó el cuidado de nuestra Casa común, a robustecer el amor con los semejantes para que Chile sea una patria fraterna, solidaria y acogedora con todas las personas y, en especial, con quienes han tenido que abandonar sus patrias para cobijarse en este nuevo hogar, que es nuestro país.
Asimismo, hizo un significativo llamado a ejercitar, con fuerza y voluntad, nuestra disposición para servir a nuestro prójimo, a imitación de Jesús que, claramente, dijo “No he venido a ser servido, sino que a servir”. Terminada la Santa Misa, los presentes disfrutaron de un “Esquinazo”, con coloridos bailes de cuecas de los presentes.